Tanzania me recibió con lluvia persistente y gélida. Al atravesar la frontera, la carretera subió abruptamente hasta los dos mil metros y ahí arriba se quedó, justo debajo de un denso manto de nubes grises. Subitamente, me vi rodeado por una enorme extensión de mimados arbustos de un color esmeralda fulgurante.
Continuar leyendo en www.saliadarunavuelta.com
Continuar leyendo en www.saliadarunavuelta.com
0 comentaris :